Se organiza el conocimiento de este estudio, sobre los dilemas éticos, narrados por los profesionales de la psicología, utilizando el esquema que se presenta en esta sección.
Se entiende que un Dilema ético emerge en cierto momento, cuando se produce el cuestionamiento sobre si ¿esta bien hacer lo que pienso hacer? ¿estuvo bien lo que hice? ¿estoy aún en falta? Luego de este cuestionamiento se espera que emerja la intensión y posterior ejecución de la solución y cierre del dilema ético. No importando cómo sea el cierre del dilema ético, se propone también capturar la reflexión y cómo esto afectó las conductas del psicólogo/a en el futuro.
Para capturar el ciclo de vida del dilema ético, se utilizará una secuencia de cuatro momentos en donde se caracterizará una situación, como el lugar en donde habita, la emocionalidad predominante y tipo de relaciones de amistad y profesional del narrador psicólogo/a. Cada momento, posee además particularidades que atañen más al psicólogo que al consultante.
El narrador se ubica en alguna de las siguientes posiciones al momento de narrar su experiencia: testigo, receptor, transgresor, escucha (Díaz-Barriga , et al, 2016).
El ciclo de vida de un dilema ético es una forma de analizar cómo se enfrenta y se resuelve una situación que implica un conflicto entre valores o principios morales. Se compone de cuatro momentos que describen la evolución del dilema desde su origen hasta su conclusión. Estos momentos son:
Sección que capturar a través de preguntas sobre era la situación del psicólogo antes de que experimentara el dilema ético. Desde sus logros, lugares que frecuentaba y residía, cómo recuerda a la persona con quien más tarde enfrentaría el dilema, cómo la conoció, cómo se sentía con esa persona.
Sección que busca capturar el hito que hace emerger el dilema ético, el evento, la emocionalidad, el recuerdo que generó el cuestionamiento, que hace visible el dilema ético, momento que se reconoce. Cuanto tiempo tarda en revelarse a la otra persona. Desde que rol se visualiza en dilema: testigo, receptor, transgresor o escucha (Díaz-Barriga, et al, 2016).
Esta sección busca capturar cómo se resolvió el dilema ético, qué acción se tomó, qué cambio de conducta se produjo, o qué evento natural facilitó el cierre del conflicto. También se indaga sobre cómo quedaron ambas partes involucradas en el dilema, si hubo consecuencias positivas o negativas, y si se logró restablecer la confianza o el respeto mutuo.
Esta sección busca capturar las reflexiones finales sobre el dilema ético, qué aprendizaje se obtuvo, cómo se incorpora esta experiencia en futuros casos similares o diferentes. También se evalúa si se cumplió con los principios éticos de la profesión, si se respetó la autonomía y la dignidad de las personas, y si se actuó con responsabilidad y honestidad.
Cada narrativa tendrá al menos un tema, tópico que podrá asociarse a una o más categorías de dilemas éticos previamente clasificados (Koocher, Keith-Spiegel, 2016). Las categorías a utilizar son:
Problemas éticos en las técnicas psicoterapéuticas y controversias relacionadas: se refiere a dilemas sobre qué técnicas psicoterapéuticas son éticas de usar, y cuáles podrían causar daño o ser controversiales.
Desafíos éticos en el trabajo con la diversidad humana: se refiere a dilemas éticos al trabajar con personas de diferentes culturas, religiones, orientaciones sexuales, etc.
Confidencialidad, privacidad y mantenimiento de registros: dilemas sobre cuándo y con quién se puede compartir información confidencial del paciente.
Evaluación psicológica: dificultades en las pruebas: problemas éticos relacionados con tests psicológicos como sesgos, validez, confiabilidad.
Relaciones de múltiples roles no sexuales: dilemas cuando el profesional tiene múltiples roles con el paciente, como amistad y terapia.
Atracción, romance e intimidades sexuales con clientes: problemas éticos de tener relaciones íntimas con pacientes.
Relaciones con colegas, supervisados, estudiantes: dilemas en relaciones jerárquicas entre profesionales.
Autopromoción en medios electrónicos: dilemas del uso de redes sociales y marketing.
El negocio de la salud mental: dilemas éticos relacionados con honorarios, seguros, etc.
Se espera que la fenomenología capturada del psicólogo/a sean narradas desde algún punto de vista, al cual llamaremos el rol, que el sujeto juega en la historia. La historia contempla indagar entorno a lo biopsicosocial del sujeto, abordando sus relaciones familiares, amigos y laborales, además de la emocionalidad de la época, antes, durante y después de experimentar el dilema ético, bajo observación.
Los roles a utilizar son los expuestos por Díaz-Barriga (et al, 2016) en su estudio sobre incidentes éticos. A continuación su definición.
Es el rol que asume cuando observa una situación de transgresión ética por parte de otro profesional de psicología, sin intervenir directamente en ella. Por ejemplo, cuando un psicólogo revela información confidencial de un paciente.
Es el rol que asume cuando se es víctima o beneficiario directo de una conducta no ética de otro profesional de psicología. Por ejemplo, cuando es objeto de hostigamiento, discriminación o preferencia.
Es el rol que asume cuando uno mismo realiza una acción que viola los principios éticos de la profesión psicológica, ya sea por ignorancia, presión, conveniencia o mala intención. Por ejemplo, cuando falsifica datos en una investigación o en una intervención, cuando copia en un examen o cuando se involucra sentimentalmente con un paciente.
Es el rol que asume cuando se entera de una situación de transgresión ética por parte de otro profesional de psicología a través del relato de un tercero, sin haberla presenciado ni experimentado personalmente. Por ejemplo, cuando un psicólogo acepta sobornos o regalos de sus clientes.
Al conocer la posición del Terapeuta, es posible inferir el lugar en donde puede jugar la persona consultante.
Se espera generar conocimiento sobre los dilemas, a partir del análisis de las narrativas entregadas por los participantes del estudio. El análisis corresponde a poder extraer información desde cuatro dimensiones (González Bernal, et al, 2007).
El modelo identifica cuatro dimensiones de la competencia ética, cada una con sus respectivos indicadores:
Dimensión cognitiva: Se refiere al conocimiento teórico y conceptual de la ética, la moral, la deontología y la bioética, así como de los principios, normas y códigos que regulan el ejercicio profesional de la psicología.
Dimensión afectiva: Se refiere a las actitudes, valores y emociones que orientan el comportamiento ético del psicólogo, tales como el respeto, la honestidad, la empatía, la solidaridad, la tolerancia y la responsabilidad.
Dimensión procedimental: Se refiere a las habilidades y destrezas que permiten al psicólogo aplicar el conocimiento ético a situaciones concretas, tales como el análisis crítico, la argumentación, la toma de decisiones, la comunicación y la solución de conflictos.
Dimensión contextual: Se refiere al reconocimiento y valoración de los factores sociales, culturales, políticos y legales que influyen en el ejercicio profesional de la psicología y que requieren una adaptación ética a cada contexto.